El recuerdo mas lejano es un Grover desde muy pequeño fue "libre" y el decir muy pequeño es literal ya que mi madre dejo de darme pecho a los cinco meses porque mi hermana menor Rosmery ya estaba en camino por lo que mi crianza fue labor de prima mayor Marleny a punta de leche de anchor (los que eran madres o padres a esa época deben saberlo). No recuerdo exactamente qué tan inquieto era pero según mis allegados si era realmente inquieto, esto se puede explicar con dos actividades marcadas que recuerdo: la primera era cuando mis padres ne compraron un carrito andador en el que yo subía y podía conducirlo, era el afortunado del barrio, todos mis amiguitos iban conmigo a dar la vuelta a la manzana o al mismo pueblo Llochegua sin importar si llovía o hacia calor, el resultado de la jornada era catastrófico ya que me presentaba en la casa totalmente sucio y con la baba embarrada hasta el pantalón por tanto hacer ese curioso ruido cuando imitas el motor de un carro. Jaja ya me imagino un Grovercito en esas condiciones y el tremendo trabajo que debí darle a mi mama al momento de lavar mis prendas, uno de esos tantos amiguitos era Duran quien era hijo de mi vecino Tapara. Eventualmente estas rutinas dejaron de serlo por el mismo trabajo que le daba al tan usado juguete, obviamente mis padres no estaban tan dispuestos a comprarme mas juguetes, podría decirse que tuve un récord de un par de meses en mantener un juguete. En fin, después de tan cansado jornal conduciendo por todas las calles de Llochegua el hambre se pronunciaba ferozmente y yo mismo era en la cocina. Habría cada olla así tal como llegaba y empezaba a devorar todos los alimentos sin piedad. Jaja otra vez me imagino a mi mismo con tal desorden en la cocina y no madre espantada ante tal malicioso escenario. Debo confesar que esa costumbre no se ha ido totalmente, obviamente me lavo las manos para usar el cucharon y dar un bocado al guiso que hay en la cocina.
Hay mas travesuras que contar, así que no se pierdan los siguientes post.
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